Tu historia, tu UDEM: María Elena Elizondo
María Elena Elizondo (LPS '77)
MI HISTORIA, MI UDEM
Les comparto
brevemente mi vivencia en mi querida UDEM. Inicié mis estudios de Psicología en 1973 con
la opinión de un familiar respecto a mi decisión de estudiar dicha carrera, de
que “ los psicólogos son muy liberales” , con un horario de clases de dos a
diez de la noche, y con un gran deseo de aprender, de superarme y de ser parte
del mundo universitario.
Evoco en mi memoria
imágenes de las aulas durante el verano, los pasillos del CUM (donde estaban las carreras de Psicología, Sociología,
Diseño, Arquitectura) con la algarabía y el trajín de todos los estudiantes. Se
derrochaba energía, ilusiones, sueños, vitalidad; en una palabra: juventud. No
teníamos los jardines, edificios y comodidades que ahora tiene la UDEM, pero su
esencia ya existía y nos envolvía, se filtraba día a día en nuestro ser.
Entre libros,
trabajos, presentaciones, exámenes, fuimos adquiriendo además de conocimientos,
responsabilidades y fuimos forjando nuestro carácter. Entre todo este ambiente de asignaturas, de
estudio, de compromisos, de servicio social, mis compañeras y yo nos reuníamos
en el tiempo libre, para bromear, compartir sueños y convivir.
Comentábamos
acerca de las clases, de los maestros, de nuestras experiencias universitarias
cotidianas, de los diversos campos en los que realizábamos el servicio social.
Sin darnos cuenta fuimos tejiendo una amistad especial. Uno de
mis recuerdos más vívidos, son las veladas en torno a Norma y su guitarra,
todas en círculo a su alrededor entonando entre otras, melodías de Mocedades,
baladas románticas y canciones alegres con sana picardía. Eran momentos mágicos
en los que soñábamos conquistar al mundo.
Esto se repitió en la casa de varias
compañeras los viernes por la noche, en días de campo en el rancho de Tere, y
ahora sigue repitiéndose gratamente en la mente de muchas de nosotras.
En nuestra querida
UDEM aprendimos a respetar nuestras diferencias, a aceptarnos, a valorarnos y a
apreciarnos cómo somos. Nuestra generación es muy especial; en la UDEM
coincidimos en tiempo y espacio, y fue
ahí donde inició nuestra amistad.
Llevamos con orgullo el sello de la UDEM, “ su esencia”, su espíritu
permanece en nosotras aún después de 38 años de haber egresado de sus aulas.
Nos seguimos reuniendo regularmente como generación, nos apoyamos en momentos
de dolor y nos alegramos de los momentos felices de cada una. Tenemos
diferentes ocupaciones, profesamos diferentes credos religiosos, sin embargo
tenemos en común, los valores humanos y la capacidad de amar y de entregarnos a
lo que hacemos.
Mi deseo es que los
jóvenes de hoy no se limiten a luchar por sus logros académicos, sino que se
den el tiempo de convivir con sus compañeros, este es uno de los mayores
tesoros que no fácilmente se descubren.
Agradezco a cada una
de mis compañeras lo que ha aportado a mi vida y agradezco a mi querida UDEM el
haber sido además de el medio para mi superación académica y humana, una
experiencia invaluable y un privilegio.
Agradezco a mi padre,
quién ya se me adelantó en el camino, que me haya dado la oportunidad de
realizar mis estudios en la UDEM, y me gozo de que mi hija haya elegido a mi
querida UDEM como su Universidad y ahora comparta conmigo el orgullo de ser su
exalumna.
¡Ah,! y les comparto,
que el verano pasado nos reunimos con Norma quién radica en Alemania, y este
mes de Agosto tendremos nuestra reunión de verano en la casa de campo de Ale….
Como ven, ¡ seguimos disfrutando nuestras reuniones.!
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