¿Las personas que me rodean influyen en mi peso?

"Dime con quién andas y te diré cuanto comes"
Alimentarnos es una necesidad vital, pero además de ser necesaria para mantenernos con vida siempre ha sido una forma de convivir, socializar y de generar relaciones entre las personas. Si reflexionamos en todas la veces que nos reunimos con otras personas, no importa si es una junta de trabajo, una cita romántica, platicar con los amigos o una fiesta, la comida siempre está presente en la mayor parte de los eventos que tenemos. Un cafecito con las amigas, una comida con la familia, cerveza en el juevecitos, papas fritas en todas las fiestas. ¡La comida está en todas partes! Así pues, podemos pensar que nuestros eventos sociales o inclusive las personas con las que convivimos diariamente pueden afectar en nuestros hábitos diarios y hasta en nuestro peso. 
Es sorprendente saber que si tenemos un amigo muy cercano que toma mucho, come comida chatarra y no hace ejercicio puede afectar de muchas formas en nuestro estilo de vida y nos puede contagiar de sus hábitos. Muchos estudios han documentado que el tener algún amigo con obesidad puede aumentar tu posibilidad de estar en sobrepeso en un 57%. Si los amigos de tu amigo tienen obesidad entonces tienes solo  un 20% de riesgo aumentado de tener obesidad. A este fenómeno se le llama contagio social, porque la influencia que tiene el comportamiento de las personas muy cercanas a nosotros afecta en nuestros hábitos y comportamientos.
El contagio social puede suceder en muchas circunstancias, por decir, cuando tenemos un amigo que siempre come papitas o dulces y cuando estamos con él se nos hace fácil comprar lo mismo que él. Muchas veces estos hábitos se alcanzan a ver muy claros cuando se tiene una pareja, si uno de ellos tiende a comer mucha comida grasosa, alta en calorías, botanas o inclusive si le gusta tomar, para cuando pasaron algunos meses la otra persona puede haber subido algo de peso, tan solo por seguir los gustos o costumbres de su pareja.
Pero, ¡calma, no te asustes! Este contagio social también afecta de la forma contraria. Si tienes personas cercanas a ti con hábitos positivos, como hacer ejercicio y comer saludable, también se pueden contagiar. ¿Alguna vez has salido con alguien que hace mucho ejercicio y cuida mucho su figura? Muchas veces esa persona te motiva a ir al gimnasio o a comer con ella algo saludable, allí es cuando nos sentimos más motivados a cuidarnos y adoptar mejores hábitos alimenticios.
A final de cuentas está en nosotros decidir cuánto nos afectan las decisiones de los demás. Así que debemos ser conscientes y, ¿porque no? Seamos nosotros los que contagiemos los buenos hábitos a quienes nos rodean.

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Lic. Nut. Úrsula Martínez Garza
Consultorio: Centro Médico Christus Muguerza Sur. Carretera Nacional No. 6501, Colonia La Estanzuela, Monterrey, Nuevo León.

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