Reciclando y contribuyendo a una mejor sociedad
Co-creador de DELTAREC una empresa de reciclaje,
Fernando Noroña (IBI ‘11) también es cofundador de Jóvenes Unidos por Nuevo
León, A.C., una asociación civil que funciona como plataforma juvenil y de vinculación para todo el estado.
Desde
2011, DELTAREC ha sido su epicentro, empresa que inició con la idea de comprar
plásticos de reciclaje para separar, moler, lavar y comercializar en el mercado
nacional e internacional, con la misión de generar valor social y ecológico.
Uno
de los principales retos para Fernando fue que en el inicio se conocía la
industria del reciclaje sólo en papel, es decir, ninguno de los socios había estado
involucrado con la realidad del mercado. Esto hizo que la curva de aprendizaje
costara más de lo que los socios capitalistas estaban dispuestos a meterle al negocio.
No
estaban saliendo las cosas y no había un auténtico liderazgo, los socios
capitalistas tenían la mayoría en participación y por ende la mayoría de las
decisiones, sin embargo no estaban involucrados en la operación y su
sensibilidad al negocio era muy poca; esto hacía que las decisiones que se
tomaban estuvieran mal enfocadas.
Se
tocó fondo en agosto 2013 era el noveno mes de pérdidas consecutivas. Durante la sesión
de Consejo del mes de septiembre, el Fondo de Capital Privado anuncia su retiro de
la Sociedad dejando sin maquinaria ni activo alguno a la empresa.
"Al
principio tuve miedo, no sabía si quedarme con en el negocio o dejarlo al igual
que el Fondo. Había confusión en mi cabeza, ¿era necedad o perseverancia lo que
me hacía seguir adelante?, ¿cómo distinguía entre una y otra?, tomé lo que
sabía y con eso le di hacía adelante con un nuevo modelo de negocio”, comenta
Fernando.
Hoy
en día, DELTAREC en conjunto con la Fundación R3 AC empoderan y facultan a pepenadores
para que se vuelvan microempresarios incorporándolos así a la red formal de la
industria del reciclaje. Están dados de alta en el SAT como Régimen de Incorporación
Fiscal y dan empleo a 1 o 2 personas dependiendo del volumen de materiales que
recojan. A partir de ahí, el plástico se transforma y comercializa con socios
nacionales e internacionales, generando así el mayor valor para cada unidad de
plástico.
Es
un modelo social que compite a nivel nacional y ya es un jugador importante
dentro de la industria del reciclaje de plásticos en el norte de México. Muchos
clientes prefieren trabajar con DELTAREC por su modelo social.
"El
emprendimiento social no es como el modelo tradicional en donde te enfrentas a
los problemas como flujo, deficiencias operativas, mercado, etc. En el
emprendimiento social, hay un tema cultural que hace los problemas más
complicados. Vas contra el pensamiento ‘profit
first’ que complica la visión social", explica Fernando.
Una
empresa social, sacrifica en alguna parte de su modelo cierto porcentaje de la utilidad
para el beneficio de la comunidad. Esto hace que su margen de error deba ser menor
para poder soportar cualquier imprevisto.
"La
cultura de inversión disruptiva (social) es todavía escasa; si la hay, pero
bajo condiciones que hacen del proyecto uno menos competitivo contra aquellos tradicionales", nos comenta nuestro ExaUDEM emprendedor.
El
camino DELTAREC ha sido un camino de aprendizajes a través del fracaso, en donde
la persistencia y el coraje para aprender de ellos ha mantenido este sueño
andando. Es un modelo social que va contra corriente en una industria informal,
en donde se concientiza y genera valor donde antes no lo había.
Fernando
habla de sus planes a futuro: “Seguir creciendo el modelo DELTAREC, este modelo
tiene fundamento por su alto impacto social y alta escalabilidad. Para
esto será necesario preparar unas rondas de inversión y poder garantizar el
flujo de operación para el crecimiento que esperamos este año. A nivel
personal, consolidar un patrimonio para mí y para mi familia”.
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