ExaUDEM es parte del CRGS UDEM

Anna Cecilia Cantón Guzmán (BAGO’91/ARQ’95) orgullosa ExaUDEM de arquitectura, quien trabaja en su alma máter, nos platica el compromiso y reto que es ser parte del proyecto CRGS. 


¿Quién eres?
Soy orgullosamente ExaUDEM de prepa (Bachillerato Gonzalitos 1991) y de Arquitectura (1995). Tengo raíces chinas por el lado paterno y mexicanas por el lado materno. Mi abuelo vino desde China a vivir a México a los 11 años de edad y se casó con mi abuela de ascendencia china, mi papá nació ya en México. Mi mamá es mexicana.

Fuimos 3 hijas, yo soy la más pequeña. Las 3 somos orgullosas ExaUDEM!
Provengo de una familia muy unida, nos queremos y apoyamos mucho… pasamos mucho tiempo juntos. Tengo 3 sobrinos que adoro y que me encanta compartir con ellos. Siempre que puedo, me los llevo a comer, al cine, por un helado o de viaje. Mi familia es sin duda el pilar más fuerte y sólido que tengo en mi vida, a donde recurro siempre.



Mis amigos son también muy importantes en mi vida.
Me gusta mucho viajar, es una de mis pasiones… me gusta observar lo que me rodea, conocer otras culturas y empaparme de ellas.

La Arquitectura y la construcción siempre fueron parte de mi vida… mi papá es ingeniero civil y yo recuerdo desde niña irme con él a las obras, a su oficina, sentarme en los restiradores y caminar por las construcciones. Siempre supe que esta sería mi carrera profesional, y la única duda que enfrenté fue si estudiar Ing. Civil o Arquitectura.

Yo me enfocaba más por la parte de diseño y al final me decidí por la arquitectura y quise venir a estudiar a la UDEM pues su programa ya era reconocido por sus capacidades en esa área.
Al graduarme obtuve 2 reconocimientos por mi desempeño académico a lo largo de la carrera:

- La Federación de Colegios Profesionales de Nuevo León A.C. me otorgó el reconocimiento a la Excelencia Académica, 1996
- El Colegio y Sociedad de Arquitectos de Nuevo León A.C. me otorgó el Premio Calli a la excelencia académica, 1995
- Posteriormente estudie una Maestría en Ciencias con especialidad en Ing. Civil y administración de la construcción.
  

¿En qué te desempeñas?Trabajo actualmente en la UDEM desde el 2003. ¡Este año cumplo 10 años! El tiempo pasa volando.
Inicialmente me hice cargo del Programa de Arquitectura por poco más de un año, me tocó realizar el rediseño del programa para implementarse en 2004, empaparlo más de temas de construcción y sostenibilidad. Ayudar en el diseño de la carrera de Interiores, etc.

Fueron retos muy padres… convivir con los alumnos fue muy enriquecedor!
Sin embargo me faltaba algo vital… la construcción, los proyectos, la obra! Así que decidí regresar a lo mío… y en Mayo del 2005 me invitaron a hacerme cargo de la Dirección de Construcción de la UDEM y lo acepté! Mi primer proyecto grande fueron las Residencias UDEM.

Desde ese entonces he participado en más de 250 proyectos de la UDEM de todo tipo.
Al poco tiempo, me pidieron que me hiciera cargo también del área de mantenimiento, dando como resultado mi puesto actual: la Dirección de Mantenimiento y Construcción, puesto que he venido desempeñando desde finales del 2006.



Dentro de mis responsabilidades está el velar por la integridad física de las instalaciones de la UDEM (Campus y sus unidades externas) a través:
- Planeación de la infraestructura: Plan maestro de infraestructura, Plan maestro de Paisajismo, Plan Maestro de Señalización, Plan maestro de Accesibilidad, etc.
- Normativa de la infraestructura
- Desarrollo de nuevos proyectos
- Sistema integral de mantenimiento de las instalaciones existentes
- Centro Integral de Servicios – Infraestructura
- Administración de espacios físicos

La verdad es un trabajo muy padre, muy demandante y apasionante… no me aburro ni un segundo! Siempre estamos viendo diferentes temas y rara vez hay dos iguales, lo que nos hace estar muy activos, actualizados.   He tenido la oportunidad de trabajar con muchas personas de la UDEM y externos, que han enriquecido mi quehacer diario y a quienes les debo mucho.

¿Por qué trabajar en tu alma máter?
Cuando se me dio la oportunidad me encantó la idea de regresar a la UDEM, de poder “aportar / devolver” un poco de lo mucho que yo había recibido de esta maravillosa institución.

La verdad desde el día uno me sentí en “casa”, me adapté y comencé a desarrollar aquello que me pedían o que consideraba que la UDEM requería tener para ser mejor.

Es maravilloso ver como toman vida los PFO’s de la UDEM en cada acción, carrera, colaborador, proyecto, etc. Es en mi caso un trabajo profesional muy demandante y retador, pero a la vez, tiene un componente de “apostolado” por la naturaleza institucional. Es decir, nuestro trabajo contribuye a la formación de mejores personas y profesionistas, que tendrán la oportunidad de aportar al cambio positivo, ese es un componente único! Además, tengo la oportunidad de platicar con alumnos, profesores y ver como esta universidad transforma también sus vidas y deja huella, como lo hizo conmigo! Puedo ayudar más allá a contribuir con la formación y orientar a algunos alumnos a través del Plan Personal o de una clase o del servicio becario.

Cuando oigo las campanas de “vox veritatis” cada semestre… no dejo de maravillarme y emocionarme pues sé que otro ExaUDEM está naciendo y con él una suma de oportunidades infinitas para mejorar su vida y su entorno.


¿Qué implicó trabajar para un proyecto de esta magnitud?
El CRGS  ha sido un proyecto maravilloso! Tuve la bendición de poder ser parte de él desde sus inicios, cuando ni siquiera soñábamos con invitar a Tadao Ando.
Desde estudiante admiraba a Tadao Ando, recuerdo que iba a la biblioteca y veía sus obras en los journals de arquitectura… cuando la UDEM decidió trabajar con él, fue un sueño hecho realidad!
Fue un proyecto que demando mucho de todos los involucrados, lo primero fue tener que integrar y gestionar a lo largo de todo el proyecto, un equipo de primer nivel para trabajar en un proyecto de esta envergadura. Y a partir de ahí, enganchar a todas las personas con el Centro pero sobre todo, con la UDEM, lo que este edificio significaba para nosotros, lo que venía a aportar para la Institución, etc.
En el CRGS se integran los conocimientos, sueños, pasión y compromiso de miles de personas que siempre buscamos “el cómo sí” lograr el edificio propuesto por Tadao. Aprendimos muchísimo! Tuvimos que “des-aprender” muchas cosas y re-plantearnos nuevas formas de hacerlas para lograr el resultado esperado. Lo importante era “bajar” todo ese conocimiento, entusiasmo, compromiso y pasión a todas las personas que participaban en el proyecto, desde el responsable de cada empresa hasta la persona que hacía el aseo, manejaba la grúa o hacía la comida para los trabajadores. Les dábamos pláticas sobre el proyecto, sobre el arquitecto Tadao Ando, la relevancia del proyecto para la UDEM, etc. para que los todos los involucrados entendieran la importancia de su trabajo diario. Una vez al mes les llevábamos por una semana las maquetas del edificio al comedor, para que vieran y entendieran el proyecto un poco más. 
En uno de los viajes de Tadao, le pedimos que nos autografiara dos libros, uno de toda su obra y otro donde aparecía ya el CRGS como proyecto, estaban dedicados para el “personal de la construcción” y los pusimos en el comedor. Le explicamos a la gente de que se trataba y tu veías a los obreros acercarse a verlos, a ojearlos y darse cuenta que su trabajo estaría reflejado en algún momento en un libro como ese. Les poníamos afuera del comedor reportajes del periódico del proyecto, fotos grandes de Tadao con ellos durante sus visitas, fotos del proyecto, etc. Todo esto nos ayudó mucho en el camino de lograr un buen equipo de trabajo y los estándares de construcción no logrados antes en México requeridos por el proyecto.
La sinergia lograda fue maravillosa… hubo pocas personas que no se adaptaron y esas se fueron voluntariamente, pero los que se quedaron se comprometieron y trabajaron arduamente.
Este proyecto integra muchas áreas y necesidades. Implicó mover a muchas personas de la UDEM y externas con un mismo objetivo. La coordinación y logística era por ende, muy importante en todo momento.
La multiculturalidad fue también otro reto importante. Trabajaron personas de 11 nacionalidades diferentes en el proyecto. El ritmo que tomó el proyecto fue muy intenso, con la diferencia de horario con Japón, el proyecto “vivía y se movía” las 24 horas del día. muchas veces no me había ido todavía a descansar en la noche y ya comenzaban a llegar los mails con respuestas, dudas, peticiones, soluciones, etc. Llegábamos en la mañana y teníamos ya mucha información con la cual trabajar y para los japoneses era igual. 
Otro reto importante fue el tema de la Certificación LEED, en el 2008 que comenzamos a definir el proyecto, no había mucha información / difusión en México para este tema, tampoco había muchos consultores en México. Así que tuvimos que buscar en EU quien nos ayudara y orientara sobre el tema para lograr que este edificio fuera Certificado LEED. Durante la construcción este asunto fue todo un reto, nuestros contratistas no estaban familiarizados con el concepto y los requerimientos de la Certificación, por lo que tuvimos que trabajar muy de cerca con todo ellos, capacitarlos, ayudarlos y orientarlos para lograr la meta planteada. No es común ver una obra donde te pidan reciclar todos tus desechos (de obra y diarios de operación), lavar las llantas de los camiones, mantener un control de erosión del terreno, utilizar productos de bajo impacto o de alto contenido reciclado, etc.  Toda la gente se tenía que comprometer con el proceso y seguirlo. Incluso Tadao no tiene ningún edificio con una certificación en sustentabilidad. Yo recuerdo que cuando le dijimos que queríamos que fuera certificado sustentable, nos dijo “Pero si siempre cuido los aspectos sustentables, para que quieren una certificación”, así que le explicamos detalladamente el tema, le pusimos en contacto con el consultor y al final nos dijo “que si podíamos buscar la certificación LEED siempre que eso no cambiara / afectara su arquitectura” y así se hizo! Fue muy gratificante para el darse cuenta que el diseño arquitectónico no se contrapone con criterios y soluciones sustentables.
Los altos estándares de calidad hicieron que el proceso de construcción fuera más lento que otros tradicionales. Así que era muy importante no desesperarse, no apresurar en exceso las cosas y avanzar con pasos firmes. El tener miles de personas interactuando en un proyecto de 6 años (entre diseño y construcción) implicó asegurar que el compromiso, entusiasmo, responsabilidad y calidad se mantuvieran a lo largo del tiempo. La clave fue mantener las relaciones interpersonales siempre en un primer plano y estar al pendiente de ellas. Buscábamos convivir entre nosotros: 2 veces al año hacíamos una misa con toda la gente para dar gracias y juntos pedir por las necesidades de todos y del proyecto (el 12 de diciembre y el 3 de mayo, día de la Sta. Cruz y de la Construcción). Al terminar la misa les llevábamos tamales y convivíamos. Con el personal administrativo, teníamos diversas reuniones para integrar lazos y comentar inquietudes. Algunas eran totalmente de trabajo, en otras participó el Centro Lánzate para facilitarnos algunas dinámicas, etc.
Este proyecto representó un gran reto personal y profesional y para todos los que tuvimos la bendición de trabajar en él. Y la satisfacción de ver terminada esta obra en la UDEM! de escuchar del mismo Tadao lo satisfecho y agradecido que está con todo el equipo del proyecto no tiene precio!  Días después de la inauguración, recibí un paquete de Japón y para mi grata sorpresa, encontré una carta de su puño y letra con palabras de agradecimiento por “La devoción hacia el CRGS… con el entusiasmo y esfuerzo de Doña Margara y un muy buen y práctico equipo de trabajo lidereado por Anna, es que pudimos completar este proyecto tan complejo e interesante tan lejos de nuestra tierra”. (cito una parte del texto). Esto es una recompensa y satisfacción que me acompañará toda la vida. 

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